Uganda: Reino del safari
Uno de los paraísos del safari es Uganda. Pese a su alto potencial, este país africano sufrió devastadoras políticas económicas y una inestabilidad política durante décadas que dejaron a Uganda como uno de los países más pobres del mundo.
Pese a ello, el país ha comenzado en estos últimos años reformas económicas y el crecimiento ha sido sólido desde el momento en que la estabilidad política ha garantizado las inversiones económicas.
Desde este artículo de Safari Park vamos a analizar todos estos elementos para poder comprobar cuál es la situación actual y cómo influye en la flora y la fauna del continente.
Crecimiento económico de Uganda
En el año 2008 Uganda registró un crecimiento del 7%, a pesar de la recesión mundial y de la inestabilidad regional que manifestaron sus vecinos del centro de África.
El gran potencial de la economía de Uganda parecía a punto de originar un rápido crecimiento económico y del desarrollo que mejorara la calidad de vida de sus habitantes.
La mejora en las condiciones higiénicas, las vacunas para las personas, las vacunas para animales domésticos y el tratamiento de enfermedades han supuesto siempre una de las principales herramientas para que los propios animales salvajes no se contaminen y enfermen.
Uganda comenzó un programa de recuperación económica en el año 1981 que recibió la ayuda exterior considerable. Fueron varios los países que ofrecieron su apoyo y ello condujo a una llegada de fondos económicos extranjeros.
Políticas economícas erráticas
Desde mediados de 1984 en adelante, sin embargo, las políticas expansionistas monetarias y fiscales y el recrudecimiento de la guerra civil condujo a un retroceso en los resultados económicos.
Estos hecho fueron, lo que unido a la inestabilidad política crónica y a la gestión económica errática, produjeron un récord de la caída económica que ha dejó a Uganda entre los países más pobres y menos adelantados del mundo.
El petróleo y la dependencia energética
Las necesidades de energía de Uganda han sido históricamente superiores a la generación de energía doméstica, a pesar de las grandes reservas de petróleo que se han encontrado en el oeste del país.
Uganda es altamente vulnerable a los shocks del precio del petróleo, ya que importa casi la totalidad de sus 7.000 bbl / d (1.100 m3 / d) de petróleo de la refinería de Kenia en Mombasa, que a su vez importa petróleo crudo desde el extranjero.
En 1995, los gobiernos de Kenia y Uganda se comprometieron a investigar la posibilidad de ampliar el gasoducto San-san otros 320 km desde Kampala.