Visitar el Zoo de Munich es poder disfrutar de una gran experiencia en el que la vida animal se da la mano con un entorno realmente adaptado para la fauna que allí se encuentra. Girafas, pingüinos, serpientes u orangutanes son algunos de los diferentes tipos de animales que nos podemos encontrar en nuestra visita a uno de los principales zoos de Europa.

Su origen se remonta nada menos que al siglo XVIII, cuando los Duques Electores de Baviera, y más concretamente en 1770 Maximiliano III decidió dedicar un recinto en el Parque Nymphenburg para que en él se pudieran pareciar animales exoticos.

En el año 1860 se inaugura en la Königinstraße el primer zoológico público, cerca de los Jardines Ingleses, que apenas dura cinco años abierto al público. Tras otro intento fallido en 1885, finalmente en 1902 Hermann von Manz pone marcha un proyecto que bajo la batuta de la Sociedad del Jardín Zoológico de Munich abre sus puertas en el año 1911, el primer día del mes de agosto, que tras diferentes vicisitudes y algunos cierres sufridos a lo largo del siglo XX ha llegado a nuestros días.

Qué ver en el zoo de Múnich

Si tenemos pensado realizar un viaje a Munich, la visita al Tierpark Hellbrunn es una de las citas obligadas. Ante todo es realmente agradable dar paseos por sus muy bien cuidadas avenidas y los diferentes hábitats en los que se encuentran los animales, con un plano que nos entregarán al comienzo de los recorridos y una serie de actividades perfectamente indicadas.

Son apreciables y no deben perderse algunos de los grandes mamíferos, especialmente la familia de girafas que sorprenderá al visitante.

girafas Munich

Obviamente, no podemos perdernos dos grandes atractivos del zoo: los leoneses y el momento en el que son alimentados, y los elefantes y su ducha por parte de los cuidadores.

Esta de actividades son ampliamente seguidas por los visitantes, por lo que es recomendable planearlo con tiempo para poder disfrutar de puestos en los que contemplemos estos momentos desde posiciones adecuadas.

 

El calor y el polo

Las focas y los osos polares son otro de los puntos interesantes del zoo, y junto a ellas los pingüinos. Este tipo de animales requieren unas condiciones de vida que, especialmente en verano, solo los grandes zoológicos como el de Múnich pueden proporcionarles.

Resulta increíble poder contemplar en un breve espacio de tiempo animales tan variados como los murciélagos, diferentes tipos de pájaros ecuatoriales y unos pingüinos buceando en el departamento contiguo al de los osos polares.

oso polar

El apartado dedicado a los granes simios es realmente impresionante. Gorilas, orangutanes y numerosas especies de primates harán las delicias de niños y mayores en uno de los entornos más adecuados en Europa para poder contemplar este tipo de animales.

Praderas con animales de África, un amplio abanico de animales europeos, aves, mamíferos, reptiles y una zona indicada para que los más pequeños puedan conocer diferentes animales domésticos configuran un gran parque zoológico bien comunicado con la propia ciudad de Múnich y en un entorno, cerca del río, donde si nos apetece, durante los veranos podremos bañarnos y disfrutar de una barbacoa.